Como muchos portugueses, Alfredo Pires emprendió una gran travesía en busca de una mejor calidad de vida para sus familias. Fue así, como con un grupo de amigos inició un viaje que lo llevaría a desempeñarse en distintos oficios en Brasil y Venezuela, donde finalmente fijó residencia en Punto Fijo, estado Falcón.
Alfredo Pires, un hombre emprendedor
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Los jóvenes portugueses Antonio Carvalho, Alfredo Pires, Joao Carvalho, Antonio Pires y Joaquín Gomes (de izquierda a derecha) posan en Portugal frente a la cámara de un reconocido fotógrafo, justo antes de partir a una de sus más grandes aventuras hacia el continente americano, dejando en su tierra a sus familias.

Alfredo Pires llega a Brasil para trabajar en la minería y brindarle una mejor calidad de vida a su esposa e hijos en Portugal. Pires quien vivía y trabajaba en la región de Agua Fría en Brasil, envía esta fotografía a su mujer en Portugal como prueba de vida, para ello utiliza uno de sus mejores atuendos.

Don Alfredo llega a Venezuela donde podrá finalmente reunirse con su familia. En el año 1952, durante el gobierno de Pérez Jiménez, junto a su amigo y compañero de viaje, Antonio Carvalho, funda en Punto Fijo, estado Falcón, el recordado Abasto Lisboa, ubicado en el Edificio Portugal de la calle Panamá con Arismendi. Allí permanecieron durante quince años.