La imagen de esta semana refleja la ciudad de Albufeira, la cual pertenece al distrito de Faro y a la sub – región de Algarve, al sur de Portugal. Su nombre se deriva de la denominación árabe al – Buhera, que significa castillo de mar. El dueño de la imagen es Joao Martins, quien nació en Cabo Verde en 1898 y falleció en Lisboa 1972.
En Albufeira, vivían cerca de 19.500 habitantes y unos 40.000 en el municipio, para el año 2008. Asimismo, está dividido en cuatro parroquias (Albufeira e Olhos de Água, Ferreiras, Guia y Paderne). El municipio está limitado al oeste y noroeste por el municipio de Silves: al noreste y este por Loulé y al sur, por el Océano Atlántico.
El área que actualmente ocupa el concejo de Albufeira está ocupada por lo menos desde el año 2.000 antes de Cristo. Los Romanos le dieron el nombre de Baltum y los árabes, que la ocuparon en 716, la denominaron Albuar o Albuhera. Cuando estaba en manos islámicas, era un poblado amurallado, con un castillo, en lo alto de un peñasco rocoso.
Su castillo era prácticamente inexpugnable debido a su posición estratégica y fue el último reducto árabe en caer en las manos del Rei Alfonso III de Portugal. Eso aconteció en el año 1249 y luego en 1950, fue dada la Orden de Avis, una de las más importantes en la historia militar del país lusitano.
Pasados los cinco siglos de presencia árabe, se puede hablar de una profunda alteración de la realidad urbana y rural que en la actualidad constituyen el verdadero legado árabe. Sumado a eso, fueron decisivos los avances en las técnicas agrícolas y por otro lado, las casas blancas con azoteas y las calles tortuosas, sin olvidar las innumerables influencias lingüísticas.
El 1 de noviembre, quedó completamente destruida por un terremoto. Una ola grande sumergió toda la parte baja de la villa, donde quedaron en pie 27 casas. Cuando el mar de retiró, los sobrevivientes corrieron para la iglesia, localizada cerca de la villa. También ocurrió algo lamentable que fue el fallecimiento de 227 personas que estaban a bordo de un barco.
Punto fuerte de la economía lusitana
A partir de la década de 1960, Albufeira se convirtió en un lugar muy visitado por personas de muchas partes del mundo y en 1986, fue elevado al grado de ciudad a través de una ley. En la década de 1980, se produjo un crecimiento urbanístico enorme y se transfirieron la mayor parte de los servicios administrativos, incluyendo la Cámara Municipal.
Pero, el turismo no es la única actividad económica que se registra ahí. En las primeras décadas del Siglo XX, la exportación de pescado y de frutos secos creció de forma muy acentuada. La villa tenía cinco fábricas que empleaban entre 700 y 800 personas. No obstante, entre las décadas de 1930 y 1950, iniciaron tiempos de decadencia. Los equipos de pesca se dañaron, las fábricas cerraron, las embarcaciones desaparecieron y muchas casas fueron abandonadas. La población se redujo notablemente y la pesca se convirtió en una actividad de subsistencia.