Nuestro Planeta no deja de darnos sorpresas, y de advertirnos lo cuidadoso que debemos ser con la Madre Tierra. Muestra de ello, resultó ser una expedición de National Geographic y la Universidad James Cook de Australia, en la que se descubrieron tres nuevas especies de vertebrados, que hasta ahora habían permanecido aisladas del resto del mundo durante millones de años, en una montaña en el noreste de Australia.
Una de las especies, se trata de un gecko con una cola que parece una hoja, la otra es una lagartija dorada considerada un tesoro para la ciencia, y una rana que habita en las rocas. Fue tal el significado del hallazgo, que los científicos aseguran que el lugar es el “mundo perdido”, no sólo por la belleza que representa la cadena de montañas del Cabo Melville, en el que millones de rocas de granito negro del tamaño de un coche o de una casa se apilan formando grupos de cientos de metros de altura, y donde a la vez se extiende una planicie de selva tropical que hasta ahora había permanecido prácticamente sin explorar.
Fue en marzo, cuando los investigadores volaron en helicóptero hasta el lugar, y en cuestión de días se hizo el milagroso descubrimiento de las tres nuevas especies de vertebrados, y de otra serie de especies interesantes para la ciencia.
A pesar de que este tipo de descubrimientos puede pasar desapercibidos para los ciudadanos de a pie, lo cierto es que de ellos derivan grandes enigmas de la ciencia, y de esta manera se pueden ubicar soluciones para preservar especies y espacios que están siendo devastados por el implacable paso del calentamiento global, y peor aún de la mano del hombre.
Son estas buenas noticias, las que nos hacen entender la importancia de la naturaleza y apreciarla desde su más pequeña y sensible expresión. Recuerde, piense verde.