Un nuevo estudio vuelve a cambiar la visión acerca del uso de los biocombustibles, especialmente esos hechos con los residuos de la cosecha de maíz, siendo ahora considerados hasta peores que la gasolina en términos de calentamiento global en el corto plazo, a pesar de que el gobierno norteamericano los ha mencionado como una alternativa mucho más limpia.
Y es que un estudio pagado por el gobierno federal y difundido en la revista Nature Climate Change, llegó a la conclusión de que los biocombustibles hechos con residuos de maíz liberan 7% más gases de invernadero en los primeros años en comparación con la gasolina convencional, aunque son mejores a largo plazo si se considera que sustituirían el carbón en las termoeléctricas.
Las conclusiones asestan un duro golpe a los llamados biocombustibles celulósicos, los cuales han recibido más de mil millones de dólares en subsidios federales, ya que se prevé que cerca de la mitad de los mismos se derive de residuos de maíz.
La industria del biocombustible y funcionarios de gobierno criticaron de inmediato la investigación, aseverando que su análisis de pérdida de carbono del suelo, que puede variar de un campo a otro y que sobreestimó cuánto residuo pueden remover los agricultores una vez que el mercado se haya establecido.
Algunas investigaciones pagadas por entes privados, se han realizado con la finalidad de cuantificar cuánto carbono se emite a la atmósfera cuando las hojas, las cañas y las mazorcas de maíz se emplean para elaborar biocombustible en lugar de dejar que restituyan el carbono al suelo.
Aunque este tipo de combustibles no son utilizados aún en Venezuela, lo cierto es que este tipo de estudios ayuda a evitar que a futuro sean más los países que emiten más agentes contaminantes a corto plazo, que los beneficios a largo plazo. Piense verde.