Si algo me gusta de mi actividad como asesor de seguros es el aprendizaje contínuo de mi equipo y colegas, de la competencia, de mis clientes, de prospectos, de libros y cursos y de los hechos que suceden a mí alrededor.
Hoy quiero compartir contigo el aprendizaje que me ha dejado el contacto cercano con las pólizas de salud que pueden ayudarte a tomar una decisión para tu beneficio y el bienestar familiar:
1 – Las enfermedades o accidentes no tienen fecha
¿Conoces el caso de una persona que se levanta sintiéndose muy bien y, antes de que termine el día, nota como su estado de salud cambia drásticamente porque una enfermedad se hizo escuchar o tuvo un accidente grave en su casa?
2 – Tener buen estado de salud disminuye la probabilidad de que ocurra una enfermedad, no la elimina
¿Has sabido de casos como el de un jefe de familia que se hace su chequeo médico preventivo anual y el médico le dice: estás perfecto. Sin embargo, tres meses después empieza a sentirse mareado y sin fuerzas? Luego de una serie de exámenes, el diagnóstico revela que padece una enfermedad grave.
3 – Un gasto médico mayor puede poner en riesgo el patrimonio familiar
Hay enfermedades cuyos tratamientos son muy costosos.
Si el afectado o su familia no cuentan con una póliza de salud recurrirán, en principio, a sus ahorros y si estos son insuficientes, buscarán ayuda mediante préstamos o donaciones. Si aun así no cubren los gastos médicos, venderán los activos más valiosos para obtener el dinero necesario.
4 – El mejor momento para tomar una póliza de salud es hoy, cuando se goza de buena salud
Qué difícil es recibir una llamada de alguien que me pregunta por la posibilidad de una póliza de salud para un familiar que acaba de ser diagnosticado con una enfermedad grave. Lamentablemente, el momento de asegurarse era antes de estar enfermo, cuando tenía buena salud.
5 – La mejor planificación financiera personal o familiar incluye una póliza de salud
Sí nos enseñaran como manejar nuestras Finanzas Personales desde niños, la planificación financiera formaría parte de nuestros hábitos y comprenderíamos para que sirven las pólizas.
Con una póliza de salud transferimos el riesgo de requerir atención médica a una compañía de seguros. Pagamos una prima a cambio de que la empresa asuma la responsabilidad financiera ante un centro médico.