Ictus es un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada zona del cerebro. También conocido como “accidente cerebrovascular (ACV)”, el ictus puede producirse a cualquier edad, tanto por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte del cerebro, como por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral.
En Venezuela, según el Anuario de Mortalidad del año 2011, publicado en enero de 2014 por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, fallecieron por Enfermedades Cerebrovasculares un total de 11.052 personas (5547 hombres y 5505 mujeres, de los cuales 352 hombres y 292 mujeres eras menores de 45 años, en etapa productiva). Y por si fuera poco, se calcula que alrededor de 20.000 personas quedan discapacitadas anualmente a causa de un ACV.
Existen factores que pueden incrementar el riesgo de este padecimiento como son Hipertensión, Diabetes, Tabaquismo, Hipercolesterolemia, Arritmia Cardiaca, Sedentarismo y Signos de Alerta.
El cardiólogo intervencionista de la Clínica La Floresta y adjunto de la unidad de Hemodinamia del Hospital Pérez Carreño, Pedro Aguiar, aseguró que lo primero que tenemos que tener en cuenta es que un Ictus o ACV ocurre generalmente cuando se detiene el flujo sanguíneo que va al cerebro, bien sea por la producción de un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo en el cerebro o por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro. “En este caso, se estaría hablando de un ataque cerebral isquémico o de un ataque cerebral hemorrágico”, aclara Aguiar.
La incidencia de la isquemia cerebral afecta aproximadamente a un 80 – 85% de los casos y entre un 15 y 20% son por ataque cerebral hemorrágico. Aunque los síntomas aparecen de forma brusca, existen alertas que podrían salvar tu vida entre las que se encuentran: Dificultad de movimiento; Hormigueo; Trastorno de sensibilidad en una parte del cuerpo; Problemas visión; y dificultad del habla y comprensión.
En la prevención está la clave para tener menos riesgo de accidente cerebrovascular y esto se consigue en controlar los factores de riesgo, además de realizar ejercicios físicos con regularidad, llevar una dieta sana, abandonar el cigarrillo y en pacientes diagnosticados con arritmia, seguir el tratamiento anticoagulante.