Portugal se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los viajeros debido a la versatilidad de sus paisajes y climas. Llegado el verano europeo, quienes desean pasar una semana vacacional tranquila a orillas del mar, la Costa Vicentina cuenta con playas integradas en un ambiente natural preservado y casi vírgen, con paisaje protegido y temperaturas agradables.
La Costa Vicentina, que engloba toda la Costa Alentejana, ocupa un área total de 75000 hectáreas en los concelhos de Sines, Odemira, Aljezur e Vila do Bispo. Abrange uma extensa área costeira com praias, falésias, dunas, ilhotas e rochedos isolados.
Los accesos «difíciles» hacen que sean playas prácticamente salvajes, algunas totalmente aisladas. Pero quien se empeña en buscarlas nunca se arrepiente, pues encuentra tanto extensos arenales de arena fina y blanca como pequeñas playas embutidas entre los acantilados.
Entre las playas que no se puede perder, vale la pena mencionar Vale dos Homens, Murração y Carriagem, en la zona de Aljezur; además visite la isla del Pessegueiro y la aldea de Porto Covo. Más al Norte, visite las playas de Brejos y la Aberta Nova.
Vila Nova de Mil Fontes, sede del concelho, está ligada a la historia de la aviación portuguesa debido a la primera travesía entre el país ibérico y Macau, realizada por Brito Paes y Sarmento Beires el 7 de Abril de 1924, partiendo desde Campo dos Coitos, junto a Milfontes.
Las comidas siempre empiezan con el ritual del pan, la mantequilla, el queso curado y el paté de sardinas, es una buena costumbre que algunas veces acompañan con aceituna. En cuanto a los platos, pruebe la ‘Cataplana’, el bacalao, las lulas y el ‘polvo’, entre otros.