Un reciente estudio clínico, publicado en Canadá por una reconocida revista médica, determinó que las mujeres que ocupan puestos laborales de baja jerarquía y sufren de estrés en su lugar de trabajo, tienen casi el doble de probabilidades de padecer diabetes, que las mujeres que no padecen de presión profesional.
En este estudio, se destaca que a diferencia de los hombres, las mujeres a menudo reaccionan al estrés comiendo productos con más azúcar y grasa, que los que normalmente consumiría, por lo que se ha descubierto una relación directa entre el estrés y la diabetes en algunos países.
La investigación, que estuvo a cargo del Instituto de Investigación sobre Trabajo y Salud (IWH) y del Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas (ICES), ambas organizaciones radicadas en la ciudad de Toronto, fue realizada durante nueve años y comprobó la relación entre el grado de autonomía en el trabajo y la incidencia de diabetes en la población femenina.
Así mismo, quedo en evidencia que el estrés laboral puede favorecer a la diabetes a través de dos fenómenos. Por un lado, a través de las perturbaciones generadas en el sistema neuroendocrino y el sistema inmune, que provocan una mayor producción de hormonas como el cortisol y la adrenalina, y por otro por los cambios en la conducta alimentaria y el gasto energético.
El estudio se realizó a un total de 7.443 personas en las que se tuvo como resultado que al menos 19% de la población compuesta por mujeres, padecieron diabetes a causa del estrés laboral al que se vieron sometidas en sus lugares de trabajo.
Esta cifra es superior a las relacionadas con el tabaquismo, la bebida, la actividad física o el nivel de consumo de frutas y verduras, y supone un riesgo menor al de la obesidad.
Los hombres, parecen estar aislados a esta realidad, ya que su manera de manejar el estrés esta muy alejada de la forma en la que lo hacen las mujeres.