Doce Pecado: Un emprendimiento venezolano que busca endulzar a la ciudad de Coimbra

Su antiguo hobby de hacer postres en la capital venezolana se convirtió en un proyecto de negocio en la ciudad de los estudiantes

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Ommyra Moreno Suárez

La abogada venezolana Loreyma Claros tomó la decisión de emigrar y  dejar su carrera en leyes para radicarse en Coimbra, junto a su esposo, en agosto del año pasado y comenzar en un oficio completamente diferente. Su antiguo hobby de hacer postres en la capital venezolana se convirtió en un proyecto de emprendimiento en la ciudad de los estudiantes y fue así como nació Doce Pecado, una marca de postres, basada en repostería modelada o cake design. “En Venezuela, con la crisis, el dinero no me alcanzaba y ahí me di cuenta que necesitaba hacer algo más. Comenzó el auge de hacer tortas y era algo que me gustaba. Primero fui haciendo cosas pequeñas para la casa y luego para mis compañeros de trabajo que me animaban a ofrecerlo. Cuando llegamos a Portugal y vi que hacer equivalencia al derecho es un tema complicado, decidí retomar la idea. Estaba embarazada cuando llegué y luego de dar a luz, sumado a todo el tema del idioma, vi que era algo con lo que podía producir sin salir de casa”, explicó Claros en una entrevista al Correio.

Tras ser contactada por su primer cliente, Loreyma decidió formalizar su propuesta y crear un logotipo e identificación de marca con el nombre Doce Pecado, el cual surgió durante un almuerzo familiar. Por otro lado, la venezolana, proveniente de Caracas, afirma que el hecho de no haber cursado formalmente en el área de pastelería no ha sido obstáculo para llevar a cabo su emprendimiento con dedicación y profesionalismo. “Cuando yo vi que mi carrera en Venezuela estaba golpeada, decidí buscar nuevos horizontes y reinventarme, ver qué cosas me gustaban. Aunque no tengo certificación en pastelería, es algo que me gusta y por eso aprendí con videos y algunos talleres que hice para perfeccionar la técnica. Al llegar a Coimbra, fui a una tienda y me di cuenta que el tema de las reposteria con diseños  estaba apenas comenzando a ganar popularidad en la ciudad. Lo vi como una buena idea, pero no quería hacerlo como algo informal y comencé a hacer mi logo y mi presentación con el nombre Doce Pecado”, comentó.

Asimismo, confiesa que el secreto para llegar al público local ha sido el  respeto por lo tradicional, sobre todo, cuando se trata de gastronomía para ocasiones especiales. “Como todo emprendimiento, al principio es complicado. Las personas aquí son muy fieles a sus tradiciones, pero siempre hay espacio para la adaptación. Creo que es un emprendimiento que se puede establecer, pero no se puede dejar de lado ese aspecto tradicional que para ellos es tan importante. Ese es un tema en el que quiero formarme para fusionarlo con el cake design que vengo trabajando”, destacó.

Como parte de su propuesta, Doce Pecado también ofrece postres tradicionales venezolanos como quesillo y bienmesabe, al igual que algunos de los típicos portugueses como brigadeiro y beijinhos de coco. “Yo inicié con el tema de las tortas, pero me gusta hacer dulces en general  y, a medida que iban preguntando, iba ampliando a galletas y  ponquesitos. Aquí aprendí a hacer brigadeiro y beijinhos de coco, que son los dulces típicos que acostumbran poner en las mesas. También hago quesillo, bienmesabe y pie de limón, que aunque no es típico venezolano, acá no es muy común y ha gustado. Mi idea es ofrecer estos postres, pero siempre con una propuesta diferente”, finalizó.

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