Oscar Sayago
Ricardo Martins es un portugués que lleva viviendo 40 años en Venezuela. Nació en Lisboa en el año 1972. Su historia empieza en su tierra natal, en aquel entonces laboraba como cocinero en un restaurante; un día como cualquier otro, al finalizar su jornada laboral vio las grandes dimensiones de comida que el local no utilizaba y botaba. Indignado por esto, y pensando en sus hermanos venezolanos, Martins decidió volver a Venezuela para brindarle una mano amiga a los más necesitados.
Cuando llegó a Venezuela empezó repartiendo alrededor de cien arepas todos los días jueves. Su jornada empezaba a las cuatro de la mañana. Con la ayuda de su esposa y su suegra, confeccionaban cada desayuno para un aproximado de 50 personas, hasta que un día llegaron a servir a 200 personas.
Hoy por hoy, Martins reparte alrededor de 200 platos de comida para la comunidad en Cagua y Turmero. Específicamente, visita todos los viernes el comedor Virgen del Perpetuo Socorro, que está dirigido por la madre Amalia y un grupo de monjas de la localidad. Actualmente, el comedor tiene 25 años alimentando a la comunidad de Cagua.
Aunque Martins solo entrega comida un día a la semana, eso no significa que su labor altruista termine ahí. Todas las semanas atiende distintos casos de personas en situación precaria, dando donativos como pañales, medicamentos, silla de ruedas, entre otras cosas. A su vez, también aportan para operaciones médicas gracias al apoyo de médicos de la localidad.
Para conocer por primera mano la situación que viven las personas en Cagua y Turmero, el CORREIO hizo una visita en conjunto con Ricardo Martins para saber las principales problemáticas que agobian a toda la comunidad.
Una ciudad, una prioridad
En conversación con Martins, y teniendo un seguimiento de su rutina durante un día, se pudo evidenciar que las principales problemáticas para las personas de Cagua y Turmero se centra principalmente en la alimentación y la falta de medicamentos. Cabe acotar, que el comedor Virgen del Perpetuo Socorro atiende alrededor de 200 a 500 personas cada día, sin contar los platos de comida que brindan a las cárceles.
“Veo que las personas están pasando por momentos difíciles. He visto más pobreza y las personas han bajado muchísimo de peso. Hay una cosa que me ha conmovido mucho que es ver personas de mi infancia que les tengo que dar comida ahorita. Me ha pasado muchas veces en el comedor y de verdad es lamentable ver persona que has compartido gran parte de tu vida que estén pasando por estos tiempos, y todo por la misma situación país, entonces no tienen como alimentarse; inclusive tienen hijos y los mismos acuden al mismo comedor”, expresó Martins.
Nadie escapa a la crisis que vive Venezuela, inclusive, el portugués atiende a niños y ancianos en el comedor, y relata que su situación ha decaído con el paso de los años. A su vez, cuenta que los que se han visto más afectados son los niños, que tienen que recorrer grandes distancias para comer una de sus tres comidas diarias.
“Hay niños que tienen que recorrer grandes distancias, la mayoría de los casos caminan desde San Mateo hasta Turmero para poder comer los días viernes. He visto este ultimo mes que ha bajado la cantidad de niños que van al comedor por falta de transporte, ya que ellos tienen que caminar aproximadamente unos 15 kilómetros para llegar al comedor”.
Martins, para brindar una alternativa más saludable para las personas, realiza cada plato de comida de la forma más balanceada posible. “Tratamos de hacer los alimentos un poco más balanceado, tratamos de ponerle proteína y carbohidratos”.
Por otra parte, Josefina Romero, suegra de Ricardo Martins, comentó al CORREIO las principales dificultades que tienen que pasar las personas de la localidad. Cabe destacar que Romero tiene alrededor de 70 años viviendo en la ciudad de Cagua.
“La situación en Cagua es deprimente, de hecho no puedes caminar por las calles porque caes en los huecos y te fracturas. Hay niños en la calle desnutridos, ancianos con hambre y especialmente abunda la indigencia. Podemos resumir nuestros problemas en la escasez de agua, en todo el municipio no hay agua; Cagua no tiene agua y los barrios tampoco. También hay muchos problemas de alumbrado, rara vez tenemos luz. Por último hay mucha delincuencia, cada vez que uno sale tiene que tomar sus precauciones” expresó Romero.
Un nuevo comedor para la comunidad
Actualmente, Martins está recogiendo fondos para materializar un nuevo comedor en Cagua donde toda la comunidad se pueda ver beneficiada. La visión del portugués es crear un comedor que posea servicio médico, odontológico y tareas dirigidas para los más pequeños.
“Tenemos un Gofundme donde las personas dentro y fuera de Venezuela pueden hacer sus aportes, y eso va a estar destinado para hacer el sitio. ¿Por qué comprar el sitio? Al momento de alquilar el local podría ocurrir que por uno u otro motivo nos desalojen, entonces queremos tener nuestro sitio seguro para que nuestra fundación funcione allí. Tenemos médicos que quieren apoyarnos, entonces vamos a tener servicio médico gratuito y odontológico. Por otra parte, tenemos el apoyo de venezolanos que están en Estados Unidos y que quieren colaborar con nuestra causa, específicamente con los insumos odontologicos, por esto necesitamos el lugar para empezar lo antes posible”.
Martins destacó que la mayoría de las ayudas suelen ser particulares, por lo general de pequeños comercios que donaron alimentos, pero ningún ente privado o público ha prestado apoyo al portugués. A su vez, comenta que la mayoría de las donaciones vienen del exterior, específicamente de Portugal y Estados Unidos.
Lamentablemente Martins no logra escapar a la situación país, y sus mayores esfuerzos no siempre son suficientes para superar las dificultades que atraviesa Venezuela. El portugués publicó el 6 de marzo un video en sus redes sociales, donde explica que ha tenido que sacar fondos del nuevo comedor para comprar alimentos para alimentar las personas que acuden al comedor Virgen del Perpetuo Socorro. Explica que las donaciones han bajado paulatinamente, y que necesita alrededor de 600 dólares mensuales para adquirir los alimentos que sirve todos los días viernes.
“Yo cree el Gofundme hace seis meses atrás, en el principio hubo muchos donativos, desde diciembre para acá ha bajado muchísimo las donaciones. Estoy seguro que cuando las personas vean las instalaciones o por lo menos el sitio donde lo vamos a hacer voy a tener más apoyo, hasta no tener el inmueble la gente capaz va a pensar que esto no va a ser una realidad, y creo que están bien equivocados porque este comedor es una realidad. Como le digo a todas las personas que conozco, mi labor no se basa por un interés político, yo solo quiero estar en el camino del medio, que las personas, indistintos de sus creencias o preferencias políticas puedan confiar en mí”.
Un mensaje de solidaridad
Para finalizar, Martins dejó un mensaje a toda la comunidad que quiera aportar un granito de arena por Venezuela.
“Mi mensaje no es para que solo me ayuden a mí, el que quiera apoyarme me puede apoyar, pero tienen que salir a las calles, ver hacía los lados, ver a los vecinos que necesitan mucho. Como le digo a muchas personas que me quieren ayudar donando, no tienen que venir de tan lejos para hacer un cambio, lo pueden hacer con las personas más cercanas a ustedes. Gracias por apoyar mi labor y mil bendiciones para todos”.
Para conocer más sobre la labor que está realizando Ricardo Martins pueden visitar su Instagram, @ricardo.martins58 (https://bit.ly/3cYJMSE). Para conocer más sobre su nuevo proyecto pueden ingresar a su Gofundme (https://bit.ly/2Qf4LGK).