Por Mike Suárez Ferreira
En muchas ocasiones nos hemos visto envueltos de situaciones difíciles, que asoman nuestros miedos; aquellos miedos a perder a un familiar querido y cuando esta persona se ha formado dentro de ti, ese miedo se intensifica; esto fue lo que le sucedió a Sara Pereira durante el trabajo de parto de su cuarta hija, Dayanna Fátima.
Luego de haber dado a luz a tres varones, Sara Pereira, quedó embarazada y en ese momento comenzó a pedirle a Nuestra Señora de Fátima que le concediera ser la mamá de una pequeña niña. Por esta razón ella no quiso conocer el sexo del bebé sino hasta el momento del parto, el cuál tuvo sus complicaciones y fue cuando Sara Pereira se acercó más a la Virgen de Fátima para que las protegiera a ambas en el proceso.
“En vista de que era mi cuarto hijo, que había tomado la decisión de ligarme y que adoraba tener una niña porque ya tenía tres varones, pues decidí no hacerme el ecosonograma para no conocer el sexo del bebé porque ya había tomado una decisión” -relató Sara Pereira.
Cuando todo comenzó a marchar bien, a mostrar cierta naturalidad en el proceso y a lograr tener las dilataciones correctas, los médicos deciden enviar a Sara Pereira a la Sala de Parto y momentos antes de comenzar las labores de parto las dilataciones se detuvieron, según ella “por los nervios” y, por este motivo, se paralizaron las labores de parto.
“Pasaron como dos horas y el médico me dijo preocupado que el bebé estaba en zona de salida y ahí no le llega bien el oxígeno del cordón umbilical y que podía fallecer” -recordó- “en ese momento tenía la epidural puesta y me la cortaron para ver si lograba sentir las contracciones para continuar con la labor de parto” -agregó.
A partir de este momento la situación comenzó a complicarse para Sara Pereira y su bebé y fue ahí donde ella recurrió a Nuestra Señora de Fátima para que la protegiera y que lograra nacer sano y salvo. “En ese momento, con toda la angustia que tenía por si se moría el bebé y de saber que sería el último momento de emoción, de saber si sería la niña que tanto deseaba o el varón que amaría igualmente; le pedí a la virgencita que me ayudara” -dijo.
Sara Pereira recordó aquellas palabras que le ofreció a Nuestra Señora de Fátima durante el proceso de parto donde le rogaba a la Virgen que la ayudara en el trabajo de parto para lograr traer al mundo a una niña totalmente sana.
“Ay mi virgencita, ayúdame para que nazca de una vez y que bueno sería que fuera una niña (como sobornando a la virgencita), te prometo que si me ayudas a que nazca el bebé y si es una niña le pondré Fátima como tú” -narró Sara Pereira- “Ya había escogido que si era una niña le pondría Dayanna y le dije a la Virgen que le pondría Dayanna Fátima si es niña y sino era una hembra solo quería que fuese un bebé sano” -adicionó.
Luego de hacerle esta promesa a Nuestra Señora de Fátima, Sara Pereira recordó que comenzaron los dolores más fuertes y se continúo con las labores de parto. “Todos los médicos que estaban ahí, grandes amigos, celebraron la llegada de la bebé porque sabían que mi mayor deseo es que fuera una niña” -afirmó.
Lo difícil de este día no terminó aquí y es que una vez que nació Dayanna Fátima, trasladaron a Sara Pereira a otro quirófano donde sería intervenida para ligarla y evitar seguir quedando embarazada. “Cuando llegamos a la otra sala a los médicos se les olvidó que yo no tenía la anestesia puesta; comencé a sentir ese dolor muy horrible, muy fuerte y le dije al doctor que sentía todo y que si seguía con ese dolor iba a morir” -aseguró.
“Virgencita ayúdame, yo no me puedo morir, ahora soy mamá de cuatro hijos y ahora una niña que se llamará como y que, aunque no pegue el nombre ella siempre estará a su lado, cuidándola y acompañándola” -explicó.
Sara Pereira afirmó el significado y el valor que tiene para ella: “representa lo máximo en mi vida, no tengo palabras para decir lo que siento por la virgencita de Fátima. Ella es mi cómplice, mi compañera, mi protectora, mi ayuda, que siempre está a mi lado y cada vez que le pido algo a ella sé que me está escuchando. Hay que tener mucha fe en estos tiempos y mantenerla porque eso es mantener parte del camino ganado” -concluyó.