Ariana De Sousa
Mientras vemos como eventos que jamás llegamos a imaginar que se suspenderían, lo son. Tal como es el caso del Wimbledon, cancelado por última vez en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Las preocupaciones por las consecuencias económicas que la crisis de pandemia actual dejará a su paso, mantienen en vilo a muchos en el medio deportivo.
Entre recortes salariales, despidos y otras medidas, algunos equipos de fútbol buscan instintivamente mantenerse a flote financieramente; mientras jugadores como Vincent Kompany se muestran dispuestos a ayudar a su club. Y nos deparamos con la creciente lista de equipos que han activado medidas económicas, con grandes como el Juventus y el Bayern de Múnich incluidos. Cada uno con una estrategia propia, pero todos con la misma meta. Mientras en el ambiente, mucho se oye comentar de la recalendarización de las fechas de las diferentes Ligas y de los posibles escenarios a afrontar. Opiniones tras bastidores contrastan en las soluciones. Sin embargo, poco se puede dar como definitivo.
En este ambiente cargado de incertidumbre, las dudas sobre el futuro de las competiciones continuarán. De nuestra parte, queda esperar al final de la tormenta y desear encontrarnos aunque sea con un remanso de calma y normalidad. Mientras tanto, recordemos que ahora nuestro mayor partido se juega en casa.