Los primeros portugueses que emigraron a Venezuela antes de la llamada “Gran Oleada”, legaban sin familia, sin ahorros, con una maleta cargada de sueños. Su espíritu luchador los llevó a trabajar en la construcción, en la agricultura, en restaurantes. Vivian junto a otros portugueses que conocieron en el camino, en pequeñas pensiones principalmente en Caracas… Ésta era la única forma en la que conseguían ahorrar dinero con la finalidad de mandar dinero a sus familiares en Portugal o pagar los viajes para que estos también emigrasen a tierras criollas.
Disfrute de estas fotografías sacadas del baúl de recuerdos del CORREIO da Venezuela.