Durante las recientes elecciones del Presidente de la República de Portugal en tierras venezolanas, una localidad llamó la atención gracias al crecimiento en el número de votantes registrado. Se trató de Barcelona, estado Anzoátegui, donde el Cónsul Honorario Rui Pereira hizo un gran trabajo contactando personalmente por teléfono a los ciudadanos lusos residentes en su jurisdicción. A pesar de que en muchas regiones del país la “pandemia”, la escasez de gasolina y la falta de transporte fueron las excusas de los ciudadanos para no ejercer su derecho, la votación en el estado oriental demostró que, con una buena organización y gran sentido del deber, se puede lograr un aumento de la participación, electoral en la diáspora. Honor a quien honor merece…