Francisco Soares: “Nadie quiere estar en situación de calle, es algo que nos toca vivir” (+VIDEO)

Bajo el nombre de “Regala una sonrisa” nace la organización no gubernamental creada por el luso descendiente tras superar una condición de drogodependencia que lo afectó durante su adolescencia

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Ommyra Moreno Suárez

Francisco Soares nació en Caracas y actualmente dirige una organización sin fines de lucro en la cual se dedica a ayudar a personas en situación de calle en la capital venezolana. Hijo de portugueses provenientes de Estarreja, distrito de Aveiro, Soares comparte en una entrevista al CORREIO cómo pasó de ser una persona sin abrigo a dedicarse a ayudar a jóvenes con drogodependencia a través de sus jornadas, asesorías y terapia de risa. “Mis padres son de Estarreja, de la freguesia de Beduído, y nuestro segundo hogar es ese. Mi padre me enseñó la disciplina y a ser trabajador, que las cosas se logran con trabajo. Mi mamá fue una mujer muy católica y siento que desde su espíritu católico trató de enseñarme, a través del ejemplo, a tener compasión y empatía por la necesidad del otro. En mi familia somos comerciantes desde hace muchos años, tenemos una panadería y cuando iba alguien a la panadería y no tenía algo que comer, mi madre siempre tenía algo guardado para dar”, recuerda.

Bajo el nombre de “Regala una sonrisa” nace la organización sin fines de lucro creada por Francisco tras superar una condición de drogodependencia que lo afectó durante su adolescencia. “En mi casa no faltó nada, pero tuve una juventud muy irresponsable. Cuando era muy joven, con 15 o 16 años empecé a consumir drogas y luego, más adelante, el consumo fue avanzando y terminé en la calle. Haber pasado por esa experiencia de estar en la calle, me hizo ver lo difícil de vivir en una sociedad donde todo te aísla y te hace distinto. Fue muy raro. En mi caso, la experiencia fue de mucha locura, de mucho exceso. Lo recuerdo con mucha tristeza, pero el haber vivido esa circunstancia me impulsó a ayudar a las personas con problemas de adicción”, confesó.

Como parte de su proceso de recuperación, el luso descendiente retomó los estudios. Apoyado por sus mentores de rehabilitación logró concluir el bachillerato y formarse en asesorías que, en la actualidad, le permiten ayudar a otros que enfrentan la misma condición. “Me he estado preparando para eso. Cuando yo me rehabilité era una persona que ni siquiera tenía el bachillerato hecho y mis terapeutas me motivaron mucho a estudiar y a que me esforzara. Una de mis terapeutas, recuerdo, me permitió que estudiara el bachillerato y que al mismo tiempo fuera estudiando psicoterapia Gestalt, y así empecé mi proceso de formación en estas áreas. Después, viajé a Colombia e hice un diplomado de asesoría en drogodependencia en la Universidad Uniclaretiana. Así empezó todo y cada vez me fui motivando a aprender más sobre el tema terapéutico para así poder ayudar mejor a los jóvenes con problemas de adicción”, explicó.

En su labor como voluntario, Soares descubre el yoga de la risa, un elemento que ha sido fundamental en su trabajo social y que considera como una terapia subestimada que puede ayudar a personas con diferentes condiciones a recuperar el ánimo e iniciar el primer paso para el cambio. “Soy una persona que se dedica a proporcionar espacios de bienestar y alegría, a través de la risa, el amor y la empatía. Me considero un promotor de espacios de bienestar y encuentro. Para mí la terapia de la risa significa innovación, cambio y ayudar a más personas. Yo llego a la risa gracias a Jesus Regetti, un maestro que está en el Parque del Este, en Caracas, quien es master trainer en yoga de la risa formado en la India. Cuando conocí a esta persona, yo era terapeuta voluntario con una fundación y un día una persona me invitó a sus grupos. La sorpresa fue gigantesca porque cuando conocí el yoga de la risa me di cuenta que es una gran herramienta.  Comencé mi formación en esta área, viajé a México y conocí al fundador del yoga de la risa, Nathan Mansbach, también hice una formación en Alemania. En estos viajes he ido siempre representando a Venezuela en congresos y convenciones”.

A finales de 2015, de la mano de Ricardo Schael, junto a otros seis participantes, deciden establecerse como una organización sin fines de lucro. “Ricardo y yo queríamos hacer muchas cosas, pero siempre teníamos que depender de la aprobación de terceros y fue entonces cuando decidimos comenzar nuestra propia fundación y hoy, tres años más tarde, puedo decir que han sido muchos los logros que hemos obtenido a través de esto. Ha sido mágico. Hoy por hoy, Ricardo no está con nosotros, ahora nos acompaña Alexbert Rodríguez, quien es vicepresidente de la organización”.

Actualmente, Regala una sonrisa funciona a través de cuatro programas: uno enfocado en jornadas de calle, un banco de ropa y dos programas orientados a terapia de risa titulados consiénrisate y yoga de la risa. “Salimos una vez por mes de noche a buscar personas que realmente estén viviendo en la calle. Vamos con un grupo de médicos voluntarios, llevamos comida, ropa, logística, pero, principalmente, vamos muy claros de que no le vamos a cambiar la vida a las personas con una prenda de vestir o un plato de comida, simplemente le vamos a dignificar un día de vida. No vamos con muchas exceptivas, pero si con la intención de saber quiénes son y recoger sus datos para seguir ayudándolos. Nosotros tratamos de conectar desde la alegría con las personas en situación de calle. No nos acercamos a ellas riendo para que nos acepten, nos acercamos con un lenguaje horizontal y motivacional desde el respeto”, afirmó.

Desde su experiencia, Francisco Soares se ha encargado de educar a las personas sobre lo que significa ser una persona en situación de calle y asegura que se deben cambiar muchos prejuicios que se tienen sobre estos individuos, que más que aislamiento, necesitan ser escuchados. “Primero, las personas en situación de calle son seres humanos y, aproximadamente, un 50 % en Venezuela está por una condición que se llama adicción y ser adicto no te hace ser un sinvergüenza. Lo que da más tristeza es como nos aprovechamos de esas personas, quienes muchas veces acaban por ser víctimas de explotación por otros seres humanos que no entienden que tiene una condición de salud. Otro prejuicio es cuando las madres programan a sus hijos desde pequeños y les dicen “te va agarrar el loco”. Hacer ver a las personas en situación de calle como locos. Nadie quiere estar en situación de calle, pero es algo que nos toca vivir. Si quieres ayudar, puedes hacerlo con solo escuchar, a veces son personas que tienen una gran necesidad de hablar con alguien. Puedes colaborar acercándote a ellos, ayudarlos con ropa, comida y ayudándonos a nosotros a saber dónde se encuentran y quiénes son. Lo más importante es ser empático y escuchar un poco de su historia y contribuir de alguna forma a cambiar la vida de estas personas”, aseguró.

Bajo el eslogan de “más acción, menos discurso”, el luso descendiente afirma que su proyecto con la organización es a largo plazo y tiene como objetivo crear un centro de atención destinado a personas en situación de calle. “No tenemos una misión, pero si una visión en la que queremos consolidarnos como la primera organización en la región que vela por los derechos de las personas sin abrigo, queremos marcar ese hito. Con nuestro programa Estamos en la calle tenemos un proyecto con el que esperamos tener un centro de atención para personas en situación de calle, una casa de paso en cada ciudad de nuestro país y en cada capital de los países de nuestra región. También está en nuestros planes promover leyes y ordenanzas que sirvan para ayudar a las personas en situación de calle”, expresó.

En este sentido, Francisco busca seguir sumando colaboradores y voluntarios a su causa para impulsar las iniciativas promovidas por Regala una sonrisa. “Quien lo desee puede apoyarnos en nuestras redes sociales, en nuestras iniciativas, donar ropa, colaborar con comida o donativos. Podemos ir a las organizaciones a dar yoga de la risa o dinámicas grupales y ese dinero, por ese servicio que les ofrecemos, va destinado a las personas que ayudamos con esta organización que sigue apostando a Venezuela y sigue creyendo que desde la acción podemos cambiar a nuestro país. Venezuela para mi familia es todo, yo sigo en Venezuela porque me resisto a dejar el barco solo y mantengo la esperanza de seguir aquí.”, dijo.

Coordenadas:

Instagram: @regalaunjajaja

www.regalaunjajaja.com

 

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