Esta semana presentamos a un autor portugués que nació en 1465 y falleció en 1536, se destacó por su amplio trabajo en la dramaturgia y en la poesía, autor de obras como el Auto Pastoril Castellano (1502), y el Auto de los Reyes Magos (1503), el Auto de la Barca del Infierno (1516), el Auto de la Barca del Purgatorio (1518) y el Auto de la Barca de la Gloria (1519), Farsa de Inês Pereira (1523), entre otras…Se trata de Gil Vicente.
En el teatro no solamente se dedicó a escribir historias, sino que se encargó de la música y de las directrices escénicas y hasta de la actuación. Escribió en portugués y en castellano (como El monólogo del vaquero) y fue determinante para el teatro ibérico. Marcó la transición entre la Edad Media y el Renacimiento y se reconoció como uno de los escritores más importantes de la literatura renacentista portuguesa.
Vicente es uno de los más renombrados autores satíricos de la lengua portuguesa y su obra abarca varios géneros: el auto pastoril, la alegoría religiosa, narrativas bíblicas, farsas episódicas y autos narrativos. Aunque uno de sus hijos publicó una compilación de todas sus obras y las clasificó en autos y misterios (de carácter sagrado y devocional), en farsas, comedias y tragicomedias (de carácter profano).
Realizó obras de teatro para clases privilegiadas y la realeza, por ejemplo, para celebrar el nacimiento de D. Juan III, con la presencia, además del rey y la reina, de Doña Beatriz, madre del rey; así como Doña Leonor, viuda de D. Juan II y quien se convirtió en su gran protectora en los años siguientes.
Supo reflejar en sus piezas de teatro a la sociedad portuguesa del siglo XVI, tanto en los argumentos como en el vestuario, la música los dialectos y lenguajes. Además, trabajó con esmero el perfil psicológico de los personajes. En muchas de sus obras criticó costumbres de la época, siempre con un toque de sátira (tanto que se convirtió en una de sus características) y por otra parte, en su poesía de caracter religioso, se mostró muy sutil describiendo la situación de los menos favorecidos de la sociedad. De hecho, ese lirismo religioso de raíz medieval estuvo muy presente en una parte de su obra y hasta fue llamado «el poeta de la Virgen».