Los portugueses en Venezuela son conocidos en Venezuela por ser comerciantes en sus distintos ramos (restaurantes, panaderías, zapaterías, pescaderías, entre otras cosas). Muchos de sus descendientes terminaron siendo profesionales en distintas áreas. Sin embargo, es raro ver a algún nacido en tierras lusitanas con un título universitario. Ese es el caso de José Fernandes, quien tiene un título en mercadeo y además, es fotógrafo.
Nació el 23 de marzo de 1963, en Ponta Do Sol, localidad de la Isla de Madeira. Llegó apenas con dos años de edad a Venezuela. “No conozco otra patria que no sea esta. Pero, mis raíces culturales están afuera. Somos tres hermanos, soy el mayor”, dijo.
Su papá era comerciante, chef específicamente y su mamá, ama de casa. “Vivimos en Los Teques. Luego, un tiempo en Higuerote por cuestiones de negocios de mi papá. Después, no mudamos para el centro de Caracas. Desde hace 15 años, resido en El Cafetal”, comentó.
Toda su preparación académica la hizo en Venezuela. “Mi primaria la hice en el Colegio Monseñor Arturo Celestino Álvarez en La Vega; el bachillerato, en el José Ávalos en El Valle, donde me gradué. Después, hice unos años de derecho en la Universidad Central de Venezuela. Por último, estudié Publicidad y Mercadeo en el Instituto Universitario de Mercadotecnia (ISUM)”, explicó.
Debido a los negocios de su padre, le tocaba ayudarlo en diferentes épocas del año, tal como le tocó a muchos. “Mi papá siempre tuvo restaurantes y durante las vacaciones, trabajaba con él. Nunca trabajé en el área de la cocina pero sí en la parte de atención al cliente”, apuntó.
El mercadeo es el área donde siempre se ha desempeñado. “Yo me gradué en 1989. Trabajé en varias cosas pero siempre en la parte de mercadeo y ventas. Empecé a trabajar en la parte de Valerrón y Compañía, en la parte de mercadeo de Cosméticos Melody. Luego, pasé a una transnacional que se llama Yigodan y ahí son ejecutivo comercial en la parte de químicos aromáticos. Antes de eso, inicié en una empresa de publicidad llamada “RH Publicidad” por un tiempo muy corto. Pero, la necesidad de producir, de ser rentable, de tener independencia económica, me llevaron a aceptar oportunidades que se me fueron presentando en el camino. Actualmente, me desempeño como Gerente de Ventas de Interfragrance Representaciones, que representa a una transnacional en Venezuela, desde hace aproximadamente nueve años”
La fotografía ha sido una pasión para él. “Desde pequeño fue mi pasión y me agradaban fotografías de documentalistas europeos. Llegaban artículos que leía, lo hacía quizás de forma algo desordenada pero era didáctico. Siempre fui muy autodidacta en lo que es el arte de hacer fotografía. Con el paso de los años, fui buscando lugares donde se hacían cursos de fotografía. Así llegué a la Escuela de Roberto Mata y ya llevo tres años estudiando con ellos”, contó.
Entre 2012 y 2013, fue el momento cuando ingresó al Taller de Roberto Mata. “La metodología de ellos es que dan varios talleres. Hay talleres básicos, que son obligatorios y que te inducen a lo más sencillo. Posteriormente, cada quien elige los talleres que según sus inclinaciones y gustos, es decir, se ve cual conviene más”, señaló.
La experiencia de volver a estudiar ha sido muy agradable. “Fue maravilloso pero a su vez, atemorizante. Me encontré con un mundo de personas que tenía mucho conocimiento. También estudiaba con muchachos de 15 años y que tienen un gran avance en lo que es el lenguaje fotográfico. En mi caso, tenía conocimientos pero muy desorganizado. Es decir, un mar de conocimiento con un centímetro de profundidad. La escuela me ha servido para formarme y organizar todos esos conocimientos”, comentó.
José Fernandes realizó en la escuela de Roberto Mata una exposición que se llamo “el hombre sin @”, el pasado mes de noviembre, con sus imágenes. “Nunca me lo había planteado y me sorprendió cuando Roberto me dijo para que participara. Yo hago fotografías para mí, no para exponerlas al público. Pero, accedí y mira, salió bien. Inclusive, La Alianza Francesa me pidió para hacer una exposición en sus espacios”, agregó.
Creó junto con un amigo, que se llama Javier Morillo, las cuentas de Instagram @Insta_ve y @Instabw_ve. “Tuvimos a través de la creación de Instagram la iniciativa de crear una cuenta en Venezuela que reuniera a todos los aficionados de la fotografía móvil, a subir sus fotografías de una forma un poco más seria, más profesional y un poco más entusiasta. Asimismo, tratamos de apoyar el talento nacional con imágenes que no son propias, dándole siempre el crédito correspondiente y crear un grupo que aunque no nos conocemos, compartimos el hecho fotográfico”, expresó.
A pesar de estar teniendo un auge en redes sociales, lo sigue viendo como una afición y no como algo profesional. “Nunca me he planteado abrir una página web. Eso es para gente consagrada. Tengo mis cuentas en redes sociales donde publico mis fotos. Me ubico como un entusiasta serio. No sé hasta dónde voy a llegar pero ha sido una experiencia muy grata”, prosiguió.
No es el lusitano típico que tiene las reuniones familiares como costumbre. Pero, mantiene parte de las raíces. “De Portugal, lo que más queda en casa es la comida. Pero fíjate, yo no soy tan familiar, es decir, escapó del paradigma del portugués. Soy muy poco de reuniones familiares, solo las extremadamente necesarias”, finalizó.