César, recién graduado de médico con honores, es asistente de un reconocido neonatólogo en el mejor centro médico de la ciudad. En su sitio de trabajo tiene la oportunidad de escuchar conversaciones de todo tipo. Hoy, le llamó la atención una en la que un adolescente le explicaba a otro porque tenía que conocer los productos que ofrecen las instituciones financieras y así estar preparado cuando tenga edad suficiente para abrir una cuenta bancaria.
Un joven, al llegar a la mayoría de edad, debería poseer conocimientos básicos de finanzas personales y ciertos hábitos fundamentales para darle un excelente uso a su efectivo, aún si este proviene de una mesada o una beca. En esa etapa de la vida es conveniente estar acostumbrado a ahorrar una parte de los fondos recibidos, hacer una lista de las metas personales, valorar el dinero y buscar las opciones existentes en el mercado antes de comprar.
Esa enseñanza inicial es tarea de los padres quienes han de procurar que sus hijos adquieran las primeras nociones acerca del papel que juega el dinero en las vidas de las personas y la importancia de darle el mejor uso posible. De sus progenitores, los jóvenes aprenden que son responsables de la formación de su patrimonio personal durante su vida productiva y ahorrar para contar con recursos financieros que les permitan vivir una tercera edad libre de sobresaltos económicos.
Aquel que se convierte en mayor de edad debería conocer los instrumentos que ofrece la banca para manejar el dinero, como una cuenta corriente o una de ahorro, y saber diferenciarlas. De igual forma debería estar en capacidad de distinguir una tasa de interés pasiva de una tasa de interés activa y conocer en la práctica la aplicación de conceptos como interés simple e interés compuesto.
Un joven, a esa edad, está listo para tener una cuenta propia y ha de ser capaz de hacer el trámite por sí mismo. Es de gran ayuda que comprenda cómo funciona el crédito bancario y la importancia de construir un historial crediticio sano el cual puede iniciar con un microcrédito. También es el momento de estar consciente de las ventajas que ofrece una tarjeta de crédito cuando es bien usada y de los riesgos que representa el no saber manejarla adecuadamente.
Los hijos aprenden de los padres, de sus maestros, de sus jefes y mentores y cuando se conviertan en adultos transmitirán lo aprendido a sus hijos. Los padres que reconozcan la importancia de enseñar a sus hijos temas de finanzas personales desde la más temprana edad estarán contribuyendo a la formación de una sociedad en la que los ciudadanos sean responsables de usar racionalmente sus recursos en la búsqueda de una mejor calidad de vida.