¿Ha pensado usted alguna vez en los beneficios que puede traer a su vida bañarse con agua fría? No. Pues, bien, en esta oportunidad le contaremos algunas curiosidades sobre el baño de agua fría que seguramente lo dejaran con ganas de salir corriendo a bañarse.
Primero que nada, es importante saber que científicamente una ducha fría puede incluso alejar la tristeza. Durante siglos, estos baños han jugado un papel importante en distintas culturas, desde los espartanos, griegos, romanos, antiguas tribus nativas y japoneses hasta los escandinavos, esta práctica formó parte de varios rituales antiguos para fortalecer la estructura psíquica, mejorar la salud, limpiar el espíritu y liberar malos sentimientos.
Un baño frío mejora la circulación sanguínea, bombeando más a lo largo de cada uno de los órganos. Así, con el flujo sanguíneo incrementando, varias zonas del cuerpo mejoran su funcionamiento.
También es un antidepresivo natural, ya que en el momento en que el agua fría toca la piel, el cuerpo libera altas dosis de adrenalina que causa impulsos eléctricos en las terminales nerviosas periféricas del cerebro, reduciendo los síntomas de la depresión.
Además fortalece la piel y el cabello, volviéndolos más firmes y fuertes.
Según un estudio del American Journal of Physiology, los atletas que usaron agua fría tras un entrenamiento de resistencia, cuentan con un mejor desempeño en los entrenamientos subsecuentes.
Pero más importante aún, es que estos baños mejoran el desempeño mental, al liberar al cuerpo de las hormonas de estrés que puedan afectar las habilidades cognitivas. No en vano, se ha confirmado que el 40% de las ideas creativas de un ser humano productivo, se dan durante el momento en el que toma un baño.