En la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, se lleva a cabo anualmente una de las demostraciones de devoción mariana más grandes del mundo, la segunda más grande de Latinoamérica y la primera de Venezuela. La procesión de la Divina Pastora, inunda las calles de gente de la ciudad de los crepúsculos, que recibe a personas de todo el país y de diferentes partes del mundo para honrar a la Santísima Virgen que tiene como sede la población de Santa Rosa.
Los portugueses no son excepción de esta celebración, y así como año tras año se organizan desde distintas regiones del país para acompañar la procesión, y en esta oportunidad una pequeña representación de nuestra comunidad, ha prestado sus manos para hacer realidad un sueño de muchos feligreses, y uno de los proyectos de construcción religiosa más grandes de los últimos tiempos.
El Monumento del Manto de María Divina Pastora, una estructura monumental que se espera sea culminada el 12 de enero de 2016 en la Ciudad de Barquisimeto, dedicado a la patrona de la ciudad en honor de sus 160 años de tradición y milagros, y con gran agrado nos enteramos que empresas de capital lusovenezolano han puesto su granito de arena para llevar a cabo esta ambiciosa obra que se inició en julio de 2014.
El diseño corresponde a los arquitectos Orlando Perdomo, Rafael Vargas y Jorge Rodríguez, quienes han elaborado un complejo turístico religioso, que hasta el momento es el más grande concebido en el mundo, con 62 metros de altura, superando a la Virgen de la Paz. Uno de los desafíos más grandes hasta el momento, fue el de crear una imagen fidedigna de la Virgen, utilizando como técnica el cinetismo 3D, que ya ha despertado el interés de diseñadores, arquitectos e ingenieros en todo el mundo.
Desde que se completó el montaje de la imagen, miles de fotografías se han colado en las redes sociales, por lo que las expectativas de los feligreses y los turistas, cada vez son mayores. Sin duda alguna, en esta oportunidad la visita que la Virgen realiza a la ciudad de Barquisimeto desde el 14 de enero del año 1856, estará marcada por un evento que trasciende fronteras y creencias, y que supera la imaginación de muchos.