Marcelo Rebelo de Sousa reprendió abiertamente al Primer Ministro António Costa por su decisión de mantener en el cargo al Ministro de Infraestructuras, João Galamba.
El Presidente de la República admitió que el episodio afectó a la relación institucional con el jefe del Gobierno, al considerar que la gravedad de los hechos ocurridos en ese ministerio con un ayudante de Galamba y que salieron a la luz la semana pasada, no se resuelven «con una disculpa» ni con decisiones «de conciencia».
Marcelo advirtió que a partir de ahora tendrá que «estar más atento y ser más intervencionista».
El presidente evitó sin embargo sacar tarjeta roja al Ejecutivo, recordando que «en estos siete años creo que he conseguido mantener la estabilidad» y que seguirá haciéndolo en la medida de lo posible. «No cuenten conmigo para crear conflictos institucionales», dijo.
«Esta vez no ha sido posible poner los puntos sobre las íes» con el presidente del Gobierno, lamentó, recordando que «donde no hay responsabilidad no hay autoridad».