Dicen por ahí que el venezolano ha soportado todas las crisis que ha vivido por su buen ánimo, pero sobre todo por el ingenio que tienen para sobreponerse ante las situaciones. Y la navidad es uno de esos momentos en los que más sale a flote esa creatividad de la que tanto se habla, porque si bien es cierto este es un país consumista, también lo es que la capacidad de adquisición de la mayoría se ha visto reducida en los últimos años.
No obstante, eso no ha sido limitante para que las festividades se vean opacadas. Por el contrario, todas esas energías salen a flote para tener una feliz navidad en compañía de los seres queridos.
Tradiciones + Ingenio
Aunque se dice que muchas de las tradiciones que acá se practican son producto del mestizaje y el intercambio cultural, lo cierto es muchas de ellas son icónicas de esta época, y con el tiempo han ido variando para adaptarse a la situación que les toca enfrentar.
Por ejemplo, este año especialmente, los tradicionales cochinitos de navidad han migrado a una especie de alcancías hechas con cajas, que son forradas con papel de regalo y adornadas con rimas y lazos navideños, a fin de llamar la atención de los clientes. Estos incluso llegan a verse colgados en los cuellos de heladeros y hasta vendedores ambulantes de lotería, porque como dicen por ahí, todos tienen derecho al aguinaldo.
Pero además de esto, el compartir entre familiares y amigos, las reuniones sociales, montar el nacimiento y el arbolito, hacer las hallacas y comer dulce de lechoza o torta negra, son de esos placeres a los que los venezolanos aún no están dispuestos a renunciar.
Incluso el famoso amigo secreto ha ido variando según la situación económica del grupo. Muchos prefieren establecer el monto de un regalo mínimo, o un rubro específico y descubrir a quién le regalan, el mismo día del evento, incluso después de haber comprado el regalo.
Las famosas patinatas en los colegios, e incluso las verbenas navideñas ahora tienen otro nombre, e incluso otro público, bajo la denominación de Gaitazos o Intercolegiales de Gaitas, a la vez que los parrandones navideños en las urbanizaciones, empiezan a abrirse paso.
Llamar la atención
En esta oportunidad destacamos dos actividades características de la navidad, que están directamente relacionadas con la creatividad. Una es la tradición de forrar las puertas de las casas u oficinas, con un tema navideño que las haga tan llamativas como sea posible.
Esto no sólo se ve en urbanizaciones, sino también en entes públicos y privados, que incluso realizan concursos para escoger a final de la jornada qué departamento tuvo la mejor decoración. Por supuesto, siempre habrá una retribución para los ganadores.
Es en este ámbito que los más creativos sacan a flote sus ideas, y no hay límites para las creaciones que realizan, bien sea porque diseñan una caja de regalos, o arman un muñeco de nieve a partir de un conglomerado de vasos plásticos, que posteriormente son utilizados en cualquier reunión.
El segundo aspecto notable este año, corresponde a una práctica que ha tomado más fuerza durante los últimos años, y que normalmente se realiza en ambientes corporativos. Se trata convocar a un concurso de cartas de los deseos entre los empleados, en los que se establece un monto máximo de dinero para el deseo que quisieran ver realizado está navidad, y una fecha tope de entrega de cartas.
Finalmente, en el compartir de navidad de la empresa, se premian un determinado número de participantes, cumpliendo el deseo que escribió en la carta.
Creatividad en la cocina
Aunque ya muchas veces se ha hablado del tema, no se puede despedir el año sin destacar la fusión entre la cocina portuguesa y la venezolana, la cual se aviva en esta época del año, conocida por muchos como de saudades, y donde el plato típico es la hallaca de bacalao, lo que describe a la perfección la compenetración entre ambas culturas, incluso cuando las tradiciones son arraigadas. ¡Feliz Navidad!