Oriana Beatriz Da Silva Osechas conoció la devoción de la Virgen de Fátima gracias a su ascendencia paterna portuguesa y además de contar con una familia muy mariana en especial su madre.
Una misión que le fue encargada a Oriana Da Silva aproximadamente hace unos 5 años hizo que encomendara a la Virgen de Fátima que le abriera el camino y pudiera ser instrumento de Dios en la zona que le toco misionar, justamente entró en el hogar de una familia de Nuestra Señora de Fátima, donde descubrió que fue intercesión de ella.
“La Virgen de Fátima me eligió para ser devota de ella, cuando oraba y pedía la intercesión de María, ahí estaba Fátima sido amarla con todo mi corazón, quien me pedía que orara a ella, ahí empezó el querer saber más, a detallarla en casa y a finalmente aceptarla y hacerla parte de mi vida, porque solo ella quería acogerme como una madre lo hace” – expresó Da Silva.
Asegura que su mayor trascendencia es tenerla presente, hablar de ella y manteniendo la devoción especial en las circunstancias más difíciles. Tiene como practica realizar la novena para el 13 de mayo y el 13 de octubre, asistiendo cada día trece a la misa, y de realizar el rosario y orar por la conversión de los pecadores y la paz del mundo.
“Siempre vi a la Virgen de Fátima en el seno de la comunidad portuguesa viva, intacta, nunca la olvidan y siempre la tienen presente. Por otro lado, la feligresía venezolana es muy mariana, ha adoptado esta devoción y la viven con gran fervor y el inmenso amor a la santísima Virgen María” – recalcó Da Silva quien es feligresa de la Parroquia Asunción de María ubicado en la ciudad de Guarenas, estado Miranda.