El Parlamento de Portugal aprobó ayer, en la generalidad, un proyecto del PSD (para probar el voto electrónico a distancia para residentes en el extranjero, con varios partidos alertando de la necesidad de garantizar la fiabilidad de este tipo de modalidad.
La ley del PSD -que, además de proponer el proyecto piloto, también establece la posibilidad del voto por correo en las elecciones presidenciales y europeas para los electores residentes en el extranjero- fue aprobada con los votos a favor de PSD y Chega, la abstención de PS, IL, PAN y Livre, y los votos en contra de PCP y BE. La ley pasará ahora a la Comisión de Asuntos Constitucionales, Derechos, Libertades y Garantías.
En el debate previo a esta votación, el diputado socialdemócrata Hugo Carneiro subrayó que el proyecto piloto en cuestión es sólo «una prueba no vinculante y a gran escala». «Es una oportunidad para aprender, sin debilitar el sistema electoral», dijo.
Por otra parte, el eurodiputado José Manuel Barroso subrayó: «tenemos que asegurarnos de que lo que introduzcamos para mejorar el sistema no traiga defectos aún más graves y arriesgados en un momento en el que muchos populistas de extrema derecha están utilizando el sistema electoral para socavar la democracia y sus fundamentos».
Para Chega, el diputado Diogo Pacheco Amorim consideró que, en lo que respecta al voto electrónico, es necesario garantizar que el sistema sea «completamente auditable» para que sea fiable. «Nada es más corrosivo para una democracia que las sospechas que puedan levantarse sobre la fiabilidad y confidencialidad de su sistema electoral», advirtió.
La diputada de IL Patrícia Gilvaz afirmó que el proyecto piloto permitirá «entender si será la libertad de elección en la movilidad del voto y la máxima flexibilidad lo que potenciará una participación mucho mayor de las comunidades portuguesas en el proceso electoral».
Además de este proyecto de ley del PSD, durante este periodo de votación también se aprobó un proyecto de resolución del PS que recomendaba al Gobierno probar el voto electrónico móvil presencial en las circunscripciones de las comunidades.
Este proyecto fue aprobado con los votos a favor del PS, IL y Livre, el voto en contra del PCP y la abstención del PSD, Chega, Bloco de Esquerda y PAN.
En la presentación de este proyecto de resolución, el diputado del PS Paulo Pisco consideró que la eventual adopción de este método en las comunidades supondría «una contribución relevante para promover la modernización del sistema electoral y reducir la abstención».
Permitiría, «por ejemplo, que un elector empadronado en París pueda votar en Luxemburgo o Ginebra, lo mismo que en la circunscripción extraeuropea», ejemplificó.
Sin embargo, el diputado del PSD Hugo Carneiro consideró que el proyecto del PSD «no pretende resolver ningún problema y priva a los diputados que lo firman de su poder de iniciativa en un ámbito en el que el Parlamento tiene competencia para legislar».
El PCP, por voz de la diputada Alma Rivera, también consideró que la propuesta del PS sólo pretende que el partido «salve la cara», acusando a los socialistas de ir «por las comunidades portuguesas haciendo promesas de voto electrónico que saben que no pueden cumplir».
«La recomendación del PS no se entiende por la sencilla razón de que para los emigrantes no está previsto por ley el voto móvil. Claro que puede haber una experiencia de voto electrónico presencial, pero puede ser en París, Caracas o Fornos de Algodres», ironizó.
Por su parte, la diputada del BE Isabel Pires advirtió de que la experiencia del voto electrónico presencial en Estados Unidos «ha generado muchas críticas y graves problemas».
«Es un método que entraña riesgos que, en nuestra opinión, aún no han sido debidamente calculados ni tenidos en cuenta. No nos oponemos a estudiar este método, pero debemos advertir de los riesgos que otros países ya han demostrado que existen», advirtió.