¿Sabía usted que mientras en una parte del Mundo algunas personas buscan desesperadamente una calefacción para no congelarse, en Melbourne la ola de calor obligó a suspender el Abierto de Australia?
Pues sí, hace apenas unas semanas, los encargados del centro meteorológico de Melbourne habían presagiado que las temperaturas iban a ser extremas durante las dos semanas en que se iban a desarrollar la competencia, aunque nadie imaginó que serían tan altas, luego de que los termómetros alcanzaran los 44º grados.
A pesar de que en algunos lugares de nuestro Planeta, las temperaturas pueden alcanzar los 50°C, los especialistas aseguran, que realizar alguna actividad física puede ser perjudicial para la salud, cuando la temperatura alcanza o sobrepasa los 40 grados.
Lo curioso está, en que aunque desde el primer día de torneo comenzaron a haber problemas entre los jugadores debido a las altas temperaturas, que produjeron desmayos, mareos, calambres y hasta desplomes en la cancha, otros han decidido tomar la situación con humor, y así fue como algunos asistentes a la cita decidieron llevarse su sartén y freír huevos a la luz del Sol, mientras esperaban ver a las estrellas mundiales del tenis.
Otros más arriesgados, lanzaban algunos huevos al suelo para cocinarlos, mientras que los organizadores intentaban aplacar la temperatura con agua, hielo y aire.
Y si usted no lo cree, acá le dejamos la foto del francés Jo-Wilfried Tsonga, quien aprovechó un descanso de la competencia para cocinar su desayuno en un sartén, que colocó sobre una silla de las gradas, al que le lanzó dos huevos que luego comió, no sin antes publicar su fotografía en las redes sociales.