El español Banco Santander llegó a un acuerdo para la compra de la mayor parte de los activos de la entidad bancaria portuguesa Banif (Banco Internacional do Funchal).El Santander se ha hecho así con la entidad en un proceso de resolución con un apoyo público de 2.255 millones de euros para contingencias futuras. Banif se había hundido en Bolsa durante las últimas semanas.
Del total de esos 2.255 millones que recibirá Banif para ser saneado, el Estado inyecta directamente 1.766 millones y el resto provendrá del Fondo de Resolución, al que contribuyen los propios bancos. «Sé que la resolución de un banco es dolorosa y costosa para lo contribuyentes», ha señalado el primer ministro portugués, António Costa, en un discurso televisado, según recoge la agencia Bloomberg.
Es decir, que parte de los activos y pasivos del banco se transfieren a una especie de banco malo y una parte muy pequeña de activos así como de deuda subordinada quedan como parte de Banif para la liquidación de la entidad.
La adquisición de los negocios de Banco Banif sitúa a Banco Santander Totta como el segundo banco privado de Portugal, por detrás de BCP-Millenium, con una cuota de mercado del 14,5% en créditos y depósitos, según la entidad española. Banco Banif aporta 2,5 puntos de cuota de mercado y cuenta con una red de 150 oficinas y 400.000 clientes. La venta por 150 millones al banco Santander supone un gasto público de más de 2.255 millones de euros lo que hará elevar el déficit anual por encima del 4%.
Banif, un banco nacido en Madeira y donde tiene el 30% del mercado, es un pilar del Gobierno autónomo de aquel archipiélago donde el PSD ha gobernado durante décadas. Ahora con este perjuicio para las arcas públicas, los partido PS, PCP y Bloco de Esquerda han pedido una comisión de investigación en el Parlamento para buscar responsabilidades de gestión de este banco dirigido por Jorge Tome.
La venta al Santander y los perjuicios públicos le van a suponer al Gobierno seguir en la senda del déficit excesivo. Por séptimo año consecutivo cerrará el ejercicio por encima del 4%. La previsión del anterior ejecutivo era del 2,7%, aunque luego matizó que quedaría por debajo del 3%. Sin embargo, el nuevo ministro socialista de Finanzas, Mario Centeno, al llegar al Gobierno lo primero que ha hecho ha sido congelar gastos de la Administración pública para no rebasar ese 3%.