Augusto Santos Silva, electo presidente de la Asamblea de la República, llega a su segunda función en la jerarquía del Estado portugués tras haber sido ministro en seis gobiernos encabezados por tres primeros ministros diferentes.
«Ha terminado un ciclo de vida de 15 años en el ejercicio de las funciones de gobierno», declaró el lunes Augusto Santos Silva en el Palacio de Belém, momentos después de cesar formalmente en sus funciones de ministro de Estado y de Asuntos Exteriores en el segundo ejecutivo liderado por António Costa.
Santos Silva prometió ejercer sus funciones en la nueva legislatura con imparcialidad, de forma contenida y aglutinadora, respetando la independencia de la agenda de todas las bancadas.
En su discurso tras la elección, el sucesor de Ferro Rodrigues como Presidente de la Asamblea de la República, elegido con 156 votos de un total de 230 diputados con derecho a voto, agradeció la confianza depositada en él para ejercer el segundo puesto en la jerarquía del Estado portugués.
Ante los diputados, el ex ministro de Estado y Asuntos Exteriores prometió ejercer sus funciones de forma «imparcial, comedida y aglutinadora».
El recién elegido Presidente de la Asamblea de la República hizo una firme defensa del pluralismo y la tolerancia, advirtiendo que el patriotismo sólo crece cuando se combate el nacionalismo, que sólo promete el ostracismo y discrimina lo diferente.
Esta posición fue transmitida por Augusto Santos Silva en su primer discurso tras ser elegido presidente del parlamento, un discurso que levantó a las bancadas socialistas, que fue aplaudido en varios momentos por miembros del PSD, del Bloco de Esquerda y del PCP, y en el que nunca se refirió directamente a Chega.
En uno de los principales pasajes de su discurso, el ex ministro de Estado y Asuntos Exteriores sostuvo la tesis de que la lengua portuguesa «es un factor de construcción de patrias distintas y, al mismo tiempo, el vínculo más fuerte y perenne que une a estas patrias».
«El patriotismo sólo prospera en la lucha contra el nacionalismo. El patriota, porque ama a su patria, alaba el amor de los demás por sus respectivas patrias y se da cuenta de que sólo en la pluralidad de patrias florece la suya verdaderamente. El nacionalista, sin embargo, odia la patria de los demás, quiere cerrar su país al contacto con los otros, discrimina a los que son diferentes y, en lugar de hospitalidad, promete el ostracismo», replicó.
Tras establecer las diferencias, el nuevo presidente del Parlamento invocó la «increíble fuerza» de la lengua portuguesa, «de tantas patrias», para entender de forma profunda que «el buen requisito para ser patriota es no ser nacionalista».
«Es decir, no tener miedo a abrir las fronteras, a integrar a los inmigrantes, a acoger a los refugiados, a practicar el comercio y los intercambios culturales», añadió, recibiendo un prolongado aplauso.
Augusto Ernesto Santos Silva nació el 20 de agosto de 1956 en Oporto. Es licenciado en Historia por la Facultad de Letras de Oporto, doctor en Sociología por el ISCTE y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Oporto.
Ministro en los gobiernos de António Guterres, José Sócrates y António Costa, Augusto Santos Silva, de 65 años, es una de las figuras centrales de las últimas dos décadas y media de la historia de este partido.
Pasó a la primera línea de la política del PS tras el primer triunfo socialista con mayoría absoluta en las elecciones legislativas – febrero de 2005 – y con el posterior nombramiento de José Sócrates como Primer Ministro.
Tras un periodo de relativa retirada de la vida política, que coincidió con el periodo en el que António José Seguro asumió las funciones de secretario general del PS (2011/2014), el profesor universitario de Oporto volvió a ser llamado a ocupar una cartera ejecutiva de gran centralidad en el primer Gobierno presidido por António Costa, en noviembre de 2015, ejerciendo como ministro de Asuntos Exteriores.
A partir de 2019, en el segundo Gobierno liderado por António Costa, vio reforzados sus poderes institucionales, siendo uno de los ministros de Estado, junto a Pedro Siza Vieira, Mário Centeno y Mariana Vieira da Silva.
Antes de la diplomacia, en los gobiernos de José Sócrates, se encargó de Defensa (2009-2011), tras haber sido responsable de la articulación entre el Gobierno y el Parlamento como ministro de Asuntos Parlamentarios (2005-2009), en una legislatura en la que el PS gobernó por primera vez con mayoría absoluta.
Es militante del PS desde 1989, año en que se afilió junto al ex ministro y líder parlamentario socialista Alberto Martins. En el plano político-ideológico, entre las diferentes sensibilidades socialistas, Augusto Santos Silva se presenta como un «moderado».
A pesar de haber formado parte de un gobierno apoyado en el parlamento por el Bloco de Esquerda, el PCP y el PEV desde noviembre de 2015, siempre se ha desmarcado del llamado ala izquierda de su partido.
En la campaña electoral para las elecciones legislativas de 2019, incluso con la promesa de António Costa de mantener la «Geringonça» como solución de gobierno, pronunció duros discursos en relación con el Bloque de Izquierda y el PCP, advirtiendo entonces de los peligros del retorno de la inestabilidad política a Portugal.
También fue uno de los primeros socialistas destacados en expresar su apoyo a la reelección de Marcelo Rebelo de Sousa como Presidente de la República en las elecciones de enero de 2021.
En relación con su pasado político más lejano, con António Guterres al frente del ejecutivo, Augusto Santos Silva fue ministro de Educación entre 2000 y 2001, tras haber sido secretario de Estado de Administración Educativa entre 1999 y 2000, y asumió la cartera de Cultura entre 2001 y 2002.
En los años 90, se definía como «católico de izquierdas». Durante este período, Augusto Ernesto Santos Silva se destacó en la iniciativa denominada «Estados Gerais – por uma nova maioria» (Estados Generales – por una nueva mayoría) – lanzada por el actual Secretario General de las Naciones Unidas como alternativa al ejecutivo del PSD de Cavaco Silva.
Posteriormente, cuando José Sócrates ya era secretario general del PS, formó parte del consejo de coordinación del Foro Nuevas Fronteras, órgano que elaboró el programa electoral con el que este partido se presentó a las elecciones generales del 20 de febrero de 2005.
Antes de asumir funciones gubernamentales, Augusto Santos Silva fue miembro del Consejo Nacional de Educación entre 1996 y 1999, y formó parte de la comisión del Libro Blanco de la Seguridad Social.
Más recientemente, el profesor de la Facultad de Economía de Oporto dirigió la Fundación Respublica (vinculada al PS) y coordinó el Foro Mário Soares.
En los primeros años de la democracia portuguesa, durante su juventud, formó parte de grupos de inspiración trotskista y en las primeras elecciones presidenciales de 1976 apoyó la candidatura de Otelo Saraiva de Carvalho.
Sin embargo, en 1980, Augusto Santos Silva ya se había alineado con la reelección presidencial de António Ramalho Eanes.
En 1985, en la primera vuelta, apoyó la candidatura presidencial de Maria de Lurdes Pintasilgo. En la segunda vuelta de esas elecciones, votó al fundador y primer líder del PS, Mário Soares, que venció a Freitas do Amaral.