Por décima sexta ocasión consecutiva, el pasado domingo 21 de febrero la Asociación Civil Amigos de Terras de Santa Maria da Feira llevó a cabo una nueva edición de la Festa da Fogaceiras. A pesar de la crisis que se vive en Venezuela, la iniciativa volvió a contar con un gran respaldo por parte de los integrantes de la comunidad lusitana capitalina, quienes llenaron por completo las instalaciones del Salón Nobre del Centro Portugués, en el sector Macaracuay del este de Caracas.
La jornada tuvo inicio a las 11:30 de la mañana con la tradicional celebración eucarística, oficiada por el padre Alexandre Mendoza, párroco de la Misión Católica Portuguesa en Caracas. No faltó la bella procesión, encabezada por la cruz, el cirio, las fogaceiras, las fogacas do voto, el tabuleiro de cravos e velas, el castillo de la localidad y el santo patrono, para posteriormente dar paso a las autoridades presentes, los confrades das fogacas y los estandartes de las freguesías. La Banda Show Francisco de Miranda fue la encargada de acompañar con sus ritmos a San Sebastián en su recorrido.
Después del medio día comenzó la segunda parte de la celebración: el gran almuerzo bailable en el Salón Nobre, que inició como siempre con el canto de las Fogaceiras. Los discursos oficiales estuvieron a cargo del Cónsul General de Portugal en Caracas, Luiz de Albuquerque Veloso; el Presidente de la Asociación Civil Amigos de Terras de Santa Maria da Feira, Rodrigo Ferreira; y el Vereador de Cultura, Turismo, Biblioteca e Museus de la Cámara Municipal de Santa María da Feira, António Gil Alves Ferreira. En el palco también se hicieron presentes integrantes de la asociación organizadora, para entregar el reconocimiento al Feirense del Año, que en esta ocasión recayó sobre Antonio Reis.
Recordemos que la tradición indica que estas celebraciones se deben a una promesa realizada por los habitantes del municipio Santa María da Feira al mártir San Sebastián, para que los liberara de una peste que estaba cobrando muchas vidas durante la época medieval; a cambio, los fieles se comprometieron a celebrar anualmente la festividad.
Uno de los símbolos de la celebración es la “fogaca”: un pan dulce típico de la zona, donde se hacen las cuatro torres que representan el reconocido castillo de Santa María da Feira. En aquella época, este pan era repartido entre los pobres.