Ya son más de 20 años trabajando oficialmente en pro de la comunidad y de la diáspora lusitana, aunque en realidad sean muchas más las décadas acompañando su día a día, dentro y fuera de Portugal. Una historia de migración que hemos tratado de investigar y conocer desde sus inicios, siempre cerca de sus protagonistas directos.
Son más de 80 años de experiencias, narraciones de todo tipo, fotos de vida familiar y de trabajo. Historias que enaltecen nuestro gentilicio y nuestro orgullo, demostrando su aporte al desarrollo de nuestro amado país anfitrión, llamado Venezuela. De hecho, somos parte de la historia contemporánea de un país que no se cansa de acoger a emigrantes y, sobre todo, “retribuir siempre” a todos los que lo eligen como su lugar para relacionarse, trabajar y vivir.
A lo largo de todos estos años, hemos tratado de estar ininterrumpidamente al lado de los grandes momentos de este sector de la sociedad, resaltando todo aquello que organiza y hace, tanto en Venezuela como en el exterior, sin dejar de lado a las autoridades diplomáticas y políticas de ambos países, así como sus relaciones bilaterales.
No somos perfectos: sabemos que se han hecho muchas más cosas de aquellas que reflejamos en nuestras páginas. Por ello, pedimos disculpas a aquellos que a pesar de no aparecer en las noticias también hacen mucho día a día, reafirmando nuestro compromiso y escribiendo esta historia cargada de buenos ejemplos que tanto identifica a nuestra comunidad.
No podíamos concluir este período de aniversario sin dar las gracias a nuestros lectores, a nuestros anunciantes, a las autoridades portuguesas y venezolanas, a nuestras asociaciones y a nuestras instituciones. En fin, a todos los que creen en las noticias, en el periodismo honesto y positivo que destaca siempre lo bueno, por encima de lo menos bueno.
Gracias también a todos los que forman parte de nuestra gran familia “CORREIO da Venezuela”: periodistas, colaboradores, columnistas, fotógrafos, administradores, publicistas, gerentes, contadores, secretaría, personal de limpieza y motorizados, tanto actuales como antiguos, que han dejado “huellas” con su dedicación, conocimiento y profesionalismo en nuestro proyecto y en la vida comunitaria. Sin ustedes, nada de esto sería posible.
A nuestro Editor Sergio Ferreira mi más sincera admiración y agradecimiento por tantas cosas que ha aportado a nuestro medio editorial. No menos importante, gracias a Arelys Goncalves, Delia Meneses, Elizabeth de Ornelas, Victoria Urdaneta, Franklin Lares, Erika Correia, Antonio Da Silva, Magnalis Tavares, Andreina Abreu, Leo Merchán, Carla Salcedo, Elsa de Sá, Jean Carlos de Abreu, Shary Do Patrocinio, Joel Abreu, Silvia Di Frisco, Agostinho Perregil, Oscar Sayago y Kenner Prieto, entre tantos otros, quienes dieron y continúan dando al CORREIO un aporte incalculable a través de su labor. Fueron, son y serán una parte fundamental de esta gran familia, que siempre les recuerda con cariño y en la que siempre tendrán puertas abiertas.
Nuestro agradecimiento se extiende más allá de nuestras fronteras al Diário de Notícias de Madeira y al Jornal de Madeira, así como también a los periodistas Raul Caires, Agostinho Silva, Ricardo Oliveira, Marta Caires y al siempre especial Catanho Fernandes, entre otros, quienes han acompañado nuestra historia casi desde el principio y han aportado a este medio más de lo que nunca pudimos imaginar a pesar de la distancia que separa a ambas naciones.
Gracias a todos ellos, el balance es positivo. Estos 22 años han sido de trabajo arduo y superación de adversidades; pero también un tiempo de satisfacciones, alegrías, orgullo y sorpresas. Nuestra visión es seguir adelante, relatando día a día el acontecer de la comunidad luso venezolana, sin aislarla de la realidad nacional e internacional en la que se encuentra.
Estas más de dos décadas han sido también un aprendizaje, pues de las dificultades, los momentos tristes, las polémicas, las diferencias y las crisis, nos hemos fortalecido. Seguimos aprendiendo y cada día estamos más orgullosos de lo que somos.