El jugador internacional vinotinto, Yordan Osorio, es el origen de un desacuerdo entre el FC Porto y el cuadro ruso del Zenith de San Petersburgo, que se mueve de manera agresiva y estratégica para quedarse con los derechos deportivos del defensor venezolano pagando el menor precio posible.
A comienzos de la temporada que ha finalizado, Porto y Zenith acordaron el préstamo del zaguero barinés, que había quedado fuera de los planes de Sergio Conceicao para la campaña que se iniciaba. El acuerdo establecía un primer pago por el orden del millón de euros, con una claúsula de compra obligatoria por otros siete millones, que se activaba con la disputa de cinco partidos oficiales por parte del jugador criollo.
Los responsables del elenco ruso, sin embargo, alegan que la misma no se hizo efectivamente, pues se trataba de cinco partidos como titular, siendo que Osorio actúo en esa condición en apenas cuatro.
No dejó de sorprender en su día en Vemezuela, la extraña circunstancia en la que el Vinotinto alternaba partidos en condición de titular en el marco de la exigente Uefa Champions League, con la suplencia en el campeonato ruso. El paso de los meses dejó ver el porque de tan particular situación.
El equipo de la antigua Leningrado si que desea mantener a Osorio en sus filas, pero ahora lleva a su terreno las negociaciones y ofrece por la ficha del atleta apenaas tres millones de euros, cifra muy por debajo de las pretenciones de los portistas.
Conscientes están los responsables del Zenith de la precaria situación económica por la que atraviesa el conjunto lusitano, aún bajo la lupa del llamado “Fair Play” financiero y obligado más bien a vender elementos de su equipo titular con buen valor de mercado, para recaudar al menos una cifra que ronde los 100 millones de euros, para así poder equilibrar sus finanzas.
El Porto podría optar por la denuncia formal en FIFA debido al incumplimiento de este acuerdo, ya que está totalmente puesto de lado la posibilidad de que el ex – Zamora y ex – Tondela, regrese al estadio Do Dragao para la venidera temporada.
Sin embargo sería la ruta más larga. Las consecuente desvalorización de los activos en este mercado de transferencias, producto de los coletazos económicos que genera la pandemia del Covid-19, coloca el listón de los siete millones pactados previamente, alto en demasía. Porto se verá obligado a negociar este traspaso a la baja, si no quiere verse obligado a esperar por una decisión de los tribunales deportivos.
Para el jugador la situación es transparente, pues podrá continuar su carrera en la liga rusa con los celestes colores, mientras los clubes alcanzan el acuerdo final por su traspaso.
Antonio Da Silva