Como ya muchos no recuerdan, para la década del 50, en Venezuela existía una pasión por el fútbol que se veía más que todo en el seno de las comunidades de inmigrantes europeos, no en vano, en aquella época, la mayoría de los equipos debían su origen a las raíces de sus fundadores, e incluso de sus jugadores, que con ahínco luchaban por hacer respetar el deporte rey en nuestro país, combatiendo a capa y espada con el deporte más famoso de nuestra región, el béisbol.
Así fue como en agosto de 1952, nació en Caracas una leyenda, que aunque las nuevas generaciones no conocieron, sigue sonando en las referencias históricas del balompié nacional. No podemos referirnos a otro equipo, que no sea el desaparecido Deportivo Portugués, equipo que se laureó al ganar consecutivamente el Torneo Ibérico, en los años 1957, 1958 y 1959.
Fue justo en el año 1958, cuando el equipo logró ingresar a la Primera División de Venezuela, convirtiéndose en la gran sorpresa tras quedarte campeones al debutar, quedando además su jugador, René Irazque, como líder goleador de la temporada con un total de seis tantos. Pero ese sería sólo el inicio de una historia que estuvo marcada de éxito y gloria, y una repentina desaparición, que a muchos aún les cuesta entender. Y es que al año siguiente, en 1959, conseguirían el subcampeonato, para luego alzar nuevamente la Copa en el año 1960. Este segundo título estuvo lleno de muchas enseñanzas y hazañas, pues lo lograron de forma invicta, además de quedarse nuevamente con el premio de líder goleador de la liga, premio que en esta oportunidad estaría a nombre de José Luis Iglesias, quien logró un total de nueve goles en la temporada.
Habiendo vivido un terrible retroceso en el 61, en 1962 no se quedarían con las ganas y lo volverían a hacer, y tras imponerse al equipo Universidad Central F.C, también nativos de Caracas, logran su tercer campeonato, haciendo historia en el fútbol venezolano.
Un año más tarde, uno de los jugadores más imponentes con los que contó la plantilla, Aldeny Isidoro “Nino”, obtiene el título de máximo goleador del torneo, y el equipo queda como subcampeón, antes de volver a atravesar una crisis, en la que el equipo apenas podía mantener resultados positivos.
El año 1967 sería una temporada que pasaría a la historia, pues es ese año cuando el equipo logra convertirse en tetra campeón y alza su cuarta y última copa de la primera división, pero además, como por arte de magia, João Ramos rompe su propia marca de 20 goles en el torneo nacional, luego de haber hecho 28 anotaciones.
Época de historias
Aunque ya muchos de los miembros del Deportivo Portugués no están entre nosotros, todavía hay quienes guardan gratos recuerdos de aquella época, en la que el fútbol de las colonias se apoderó de la atención de los seguidores del deporte. Y no se puede negar, que para bien o para mal, el equipo luso llegó para afincarse en los corazones de muchos.
“Era el equipo de colonia uno de los que destacaba, no sólo como equipo sino por un conjunto de cosas, eran los representantes de la colonia portuguesa. Jugué con ellos la Copa Suramericana contra Millonarios de Colombia, equipo al que primero le ganamos y luego perdimos. Pero tengo gratos recuerdos, porque siempre busqué trabajar en pro de la juventud; aun siendo jugador trabajaba en los barrios con las ligar menores, porque era una época en la que no se trabajaba por plata, sino porque uno de verdad quería jugar. Y al final en el Deportivo Portugués, en la Copa Internacional cuando todos se fueron, me tocó hacerme cargo del equipo, lo que no fue fácil”, recuerda Rafael Santana, quien culminó su etapa como jugador con el equipo.
El Deportivo Portugués fue uno de esos equipos que además procuraba que su plantilla se nutriera de los nuevos talentos provenientes de distintas regiones del país, por lo que hacían giras en las que se hacían entrenamientos de puertas abiertas para reclutar a nuevos jugadores.
“Hay muchas anécdotas de esa época en la que compartí con los portugueses. Recuerdo por ejemplo el día en que conocí a Herbert Marques, con quien compartí tanto en el Deportivo Portugués como en Marítimo, fue en una gira en Oriente, en lo que llamo un entrenamiento a puertas abiertas, que no importaba de donde venía el muchacho ni cómo jugaba, lo importante era verlo, y llegó ese muchacho grandote con ese cuello largo. Nos gustó lo que vimos y se fue con nosotros el resto de la gira, y luego fue líder goleador en tres campañas consecutivas”, al que también le tocó dirigir en última instancia.
El mismo Herbert Márquez, cuenta orgulloso su historia, y cómo fue que se relacionó con nuestra comunidad. “Empecé mi carrera en el fútbol con el Deportivo Portugués, con 17 años, y ese mismo año quedé líder goleador. Una de las mejores cosas es que fui el primer venezolano en tener ese título después de mucho tiempo y no lo solté en tres años. La verdad es que como mis dos hermanos, yo jugaba béisbol, pero el equipo estaba de gira por el país, haciendo unos amistosos y yo fui al juego, porque como todo muchacho curioso y que le gustaban los deportes, uno iba y ahí me vio jugar Rafa Santana, que me conoció y me dijo que me iba para Caracas con él”, recuerda entre risas.
Muerte anunciada
Aunque en para la época nadie esperaba que el equipo desapareciera, luego de esa última copa alzada empezó el debacle del Deportivo Portugués. El primer síntoma se presentó en el campo de juego, donde los resultados eran cada vez peor, y parecía que aquella magia que los acompañaba había desaparecido.
Para la década de los 70, el panorama ya había empeorado a tal punto, que en el 75 empezaron a clasificar en segundas rondas, al punto de que para 1982 descienden a la Segunda División, luego de haber jugado en la primera durante 24 años ininterrumpidos, y a pesar de ello, lograron volver en 1984 pero a despedirse, el equipo no daba para más, y tras no obtener los resultados deseados, se desploma la ilusión de la colonia.
Lo peor llegó, luego de ser anunciada la quiebra del equipo. No obstante, esa última temporada un nombre se marcaría en los corazones de los lusitanos seguidores del fútbol nacional. Era el del Herbert Márquez, quien con 17 años fue reclutado por el equipo, en una gira por el oriente del país.
Equipo de récords
Aunque su paso no fue fugaz, el tiempo fue bien aprovechado por el equipo, y eso quedó reflejado en las estadísticas. Para empezar, históricamente el Deportivo Portugués acumuló en 26 años de participación en el fútbol venezolano, un total de 823 puntos en 638 partidos jugados, de los cuales ganaron 215, empataron 178 y perdieron 245. Durante ese mismo tiempo hicieron 891 goles y recibieron 919 en contra, lo que los hace ocupar el puesto número 11 en la tabla general de encuentros disputados desde la inauguración de la liga.
En 1967, el equipo obtuvo una marca que sólo pudo ser superada 44 años después por el Deportivo Lara, al quedar campeones con 28 partidos invictos. Además de esto, el Deportivo Portugués fue el primer equipo de Venezuela en superar la primera fase de la Copa Libertadores en 1968, año en el que, aunque no ganaron el campeonato de primera división, se ubicaron en el tercer puesto de la tabla general.